Reseña: Hellsing
en November 10, 2022
Esta obra nos presenta una historia que rescata y mantiene la idea del vampiro original, a diferencia de muchos otros mangas que intentan jugar con la idea del vampirismo, pero que recaen en buscar la novedad para terminar ablandando (e incluso ridiculizando) lo que originalmente es algo propio del terror y de lo oscuro. Sumado a lo expuesto, tenemos un argumento sumamente denso y bien construido que no se basa en luchas por el amor de alguien (algo que los mangas en relación a los vampiros hacen comúnmente), sino que nos ofrece una cantidad casi irrisoria de luchas paralelas. Lo principal está en que Hellsing es el nombre de una asociación secreta al servicio de la reina Isabel II (liderada por alguien también llamada Hellsing), que tiene como propósito el enfrentarse a cualquier cosa sobrenatural que ponga en peligro al reinado y, a su vez, la religión protestante que ésta profesa. Ahora, lo mejor de esto es que su arma principal es exactamente algo propio de lo sobrenatural: un vampiro llamado Alucard. Y para más, todo lo dicho logra sumar la participación y jugar con no solo vampiros y reinados, sino que también un ejercito nazi, una fuerza de elite del vaticano compuesta por monjas y curas que luchan, hombres lobos, y todo dentro múltiples conflictos políticos-religiosos.
En cuanto al arte, ciertamente Hellsing nos presenta un estilo genuinamente original, que incluso podría llegar a incomodar a algunos en tanto no responde al dibujo que acostumbramos a llamar “bonito”. Lo anterior, debido a que el autor desarrolla una técnica muy cercana al cómic occidental, esto ya que su dibujo es muy recargado, dejando poco espacio para la luz, sumándole el hecho de que la anatomía es llamativamente extensa en sus extremidades, lo que recuerda un poco a CLAMP. No obstante, debemos recordar y considerar que estamos hablando de un manga de vampiros, por lo que todo lo dicho calza a la perfección para retratar la oscuridad y elegancia propia de la forma canónica vampírica.
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